El presente trabajo es la síntesis de la Reconstrucción virtual de la Isla de Flores tal como se encontraba a principios del siglo XX.
Pasada la mitad del Siglo XIX, los inmigrantes comenzaban a hacerse la América: huían de la hambruna que sufrían en Europa.
La creciente llegada de buques mercantes y de inmigrantes traían consigo distintas clases de pasajeros: de primera, de segunda y de tercera y muchos de ellos, portaban ciertos “polizones”, que eran tan populares como despreciados: las enfermedades.
Las masivas muertes por enfermedades importadas y la llegada de inmigrantes desde puertos infectados determinaron que en 1867 el General Venancio Flores, Presidente provisorio de Uruguay, decretara la construcción de un lazareto a ubicarse en la Isla de Flores.
La Isla de Flores se sitúa a unos 30 Kms al S. E. de Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay. Mide casi 2 kms de longitud y su ancho máximo, alrededor de 400 metros. Tiene forma irregular y costas erizadas, con fuertes escollos y abruptas piedras, que hacen muy peligrosa la permanencia de embarcaciones en sus cercanías.
En estas tres divisiones naturales de la isla, se ubicaba el lazareto en cuyo lugar los pasajeros debían cumplir la “cuarentena”, que no era tal ya que la permanencia de ellos oscilaba entre unas horas hasta un máximo de 20 días.En la 1ª Isla con el simbólico faro y el lazareto de observación, la vida transcurría normal. Pero al alejarnos de ella los círculos inmediatos evidenciaban otra realidad. En la 2ª Isla los inmigrantes y otras personas, eran transitoriamente instalados en el Hospital de afecciones comunes, y tan sólo una puerta los separaba del nuevo círculo que contenía un pacífico lugar donde podían terminar descansando: el cementerio.
La 3ª Isla contenía el Hospital de enfermedades infecto-contagiosas, alojó a los desahuciados, a los incurables, a los condenados.
En este dantesco círculo, supieron los moribundos de la Isla de Flores a partir de 1909, que sus vidas se acercaban más a los fuegos del horno crematorio, que a las aguas que los encauzarían a las tierras paradisíacas del Río de la Plata.
A lo largo de la historia la isla tomo un protagonismo inesperado y provocó variadas sensaciones: salvación, condena, alivio, vida y muerte.
Acogió a pescadores, enfermos mortales, médicos, militares, presos políticos, y hasta el día de hoy, es una señal para los navegantes. Durante mucho tiempo, la Isla de Flores se convirtió en: “La Isla del Purgatorio”
Para la realización del trabajo se utilizaron tres tipos de fuentes de información previa:
"PURGATORIO"
Un viaje onírico a los rincones de la Isla en 1911.
"EL HOTEL MAS GRANDE DEL MUNDO"
Un recorrido guiado por cada uno de los edificios de la Isla de Flores
"PURGATORIO EXPERIENCE"
Recorrido en primera persona por la Isla de Flores
Realizado por: Daniel Thul
Investigación Histórica: Daniel Thul y Javier Benitez